Cada vez es más frecuente salir a la calle, pasar por parques o diferentes espacios verdes y encontrarse con gente corriendo. El running es uno de los deportes más sencillos y económicos que podemos practicar.

No necesitamos más que un short, un par de zapatillas, mucha fuerza de voluntad y ganas de mejorar…

Running es el término anglosajón que define al acto de correr.

Es la práctica regular, planificada y sistemática de la actividad física de correr. Regular porque se realiza con una frecuencia preestablecida y planificada porque persigue objetivos que deben alcanzarse en un plazo determinado.

El running se practica habitualmente en entornos urbanos, pero en los últimos años su práctica se ha extendido a zonas rurales y fundamentalmente montañosas. Este derivado del running se conoce con el nombre de trail running o carreras de aventura.

Aunque el running es una actividad con altos grados de disciplina, tiene un importante componente lúdico y recreacional (más aun cuando se lo practica en forma grupal). La mayor parte de los corredores se dedica a esto en sus tiempos no laborales.

Los objetivos del running pueden ser de distinto tipo. Los más comunes son los de rendimiento físico: recorrer determinadas distancias en un determinado período de tiempo. Otros pueden ser estéticos y/o relacionados con la salud física y psicológica: perder peso o combatir el stress. Un runner también puede perseguir objetivos deportivos: ganar una carrera o mejorar el tiempo de la carrera anterior.

Es muy importante destacar que el entrenamiento de un runner no implica solamente correr, sino que se deben trabajar todas las capacidades –potencialidades- del ser humano como la fuerza, la flexibilidad, la velocidad y las capacidades coordinativas, además de la resistencia.

¿Que esperas para empezar a correr?